Search Tips
Virtual Exhibit Hall
Personal Schedule
Sign In
YouTube
La Patagonia argentina se encuentra atravesada por una multiplicidad de procesos que se vinculan a Chile en forma tan profunda como temprana. Entre sus aspectos más relevantes cabe mencionar el continuo desplazamiento de trabajadores trasandinos a uno y otro lado de la cordillera, configurando desde el siglo XIX un significativo aporte económico, social y cultural para la región. Sin embargo, esta nutrida presencia de migrantes también ha despertado históricos temores del nacionalismo territorial que alimentaron permanentes hipótesis de conflicto y dieron lugar a las más diversas teorías conspirativas.
Durante las décadas de 1960 y 1970 la región se va a ver afectada por el creciente avance de las FFAA en diferentes esferas del ámbito estatal y la consecuente exacerbación de los conflictos territoriales. En este contexto se profundizaron lógicas de exclusión que afectaron simbólica y materialmente a los migrantes chilenos. Durante estos años, la influencia del “movimiento de sacerdotes del tercer mundo” y su “opción por los pobres” impulsó a la Iglesia norpatagónica a tener una mayor presencia en los sectores populares. Esta posición constituyó un espacio de articulación de discursos y prácticas que no sólo interpelaron los discursos antichilenos por parte de las esferas estatales sino que también fueron generando puentes de contención concretos al migrante chileno. En función de ello, la presente ponencia se propone analizar la forma en que la Iglesia norpatagónica interpeló las representaciones xenófobas sobre los migrantes chilenos que circularon desde el ámbito estatal, en el marco del conflicto del Beagle.